Después de 22 años sin producir obras propias La Casa de la Cultura de General Roca presentó “La casa de Bernarda Alba”. La literatura de Federico García Lorca acaparó la escena de la mano del director Pablo Otazu.La velada comenzó con música y baile flamenco, para luego darle lugar a ese silenció profundo, cargado de incógnitas, que anticipa el comienzo de una historia, un drama, una tragedia.
Cada fragmento que interpretan estás actrices nos sumergen en un mar de sentimientos. Buscamos un personaje, y logramos vivir lo que le está pasando.
Bernarda Alba cumple un extremísimo duelo tras la muerte de su segundo marido. Sus cinco hijas, acaparando las órdenes de su madre también lo hacen. La “tranquilidad” hogareña se rompe tras la aparición de "Pepe el Romano", quien pretende casarse con la hija mayor, Angustias. Esta propuesta desata en cada uno de los personajes un remolino de pasión, celos y traición, que no llevan más que a un doloroso final.
Volvemos a escuchar ese silencio profundo, pero enseguida le siguen los aplausos que indican que la obra culminó.
En este caso presenciamos una metáfora de la sociedad española en la época franquista. Donde García Lorca además de mostrarnos la opresión de esos tiempos mediante esta obra costumbrista, nos muestra y despierta reflexiones sobre distintos aspectos de la sociedad materializados en cada una de las hijas de Bernarda.
Esta fue la primer obra producida íntegramente por la casa de la cultura después de un largo descanso, esperemos vengan muchas más pronto.
Cada fragmento que interpretan estás actrices nos sumergen en un mar de sentimientos. Buscamos un personaje, y logramos vivir lo que le está pasando.
Bernarda Alba cumple un extremísimo duelo tras la muerte de su segundo marido. Sus cinco hijas, acaparando las órdenes de su madre también lo hacen. La “tranquilidad” hogareña se rompe tras la aparición de "Pepe el Romano", quien pretende casarse con la hija mayor, Angustias. Esta propuesta desata en cada uno de los personajes un remolino de pasión, celos y traición, que no llevan más que a un doloroso final.
Volvemos a escuchar ese silencio profundo, pero enseguida le siguen los aplausos que indican que la obra culminó.
En este caso presenciamos una metáfora de la sociedad española en la época franquista. Donde García Lorca además de mostrarnos la opresión de esos tiempos mediante esta obra costumbrista, nos muestra y despierta reflexiones sobre distintos aspectos de la sociedad materializados en cada una de las hijas de Bernarda.
Esta fue la primer obra producida íntegramente por la casa de la cultura después de un largo descanso, esperemos vengan muchas más pronto.
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