Porque 2x3 en el Valle hay 2x4

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Ayer por la Tarde – noche, el tango invadió la plaza central de la ciudad. El andar rutinario de peatones, chicos jugando, vendedores ambulantes, adolescentes boludeando y perros arañando comida (¡si! Estaba la negra y los perros “hippie”) se interrumpió ante la llegada de mas de 200 personas que se animaron a bailar al ritmo de la danza rioplatense. La “milonga abierta”, convocada por la gente de la “Casa de la Cultura” local y 6 o 7 talleres de tango con sus respectivos profesores, se realizó en el marco de los festejos por el día internacional del tango. Dicho sea de paso, el 11 de diciembre de cada año se festeja como “Día del tango” por la llegada al planeta del maestro Carlos Gardel (¡Si! Es mas argentino que el dulce de leche y la lapicera, o los alfajores y el gran colectivo… la argentinidad al palo! Bah!) y coincidentemente con el nacimiento de otro gran músico y compositor, el maestro Julio De Caro.
El clima acompaño maravillosamente, una noche estrellada y calurosa dio lugar a la llegada de bailarines con experiencia y de curiosos que, mediante las clases gratuitas que brindaron los profesores, se movieron con una buena milonga o un tango canyengue.
Otra aspecto interesante de la noche, y porque no del tango como ritmo en si, fue la variedad generacional de los bailarines. En la inmensa pista se podía ver tanto a abuelos, adultos, jóvenes, adolescentes y niños bailando sin ningún problema intergeneracional. Todos alegres, divirtiéndose y conociendo un poco más de nuestra cultura popular.
Y la frutillita del postre fue la presentación de “Los Titanes del Tango”; un trío de abuelos que hicieron bailar, en sus dos apariciones, a todos los presentes con su repertorio “Argento – italiano” de tangos, milongas, valses y pasodobles. Lo importante y enriquecedor de estos encuentros es que nos acercan un poquito más a nuestra cultura como pueblo, y nos hace valorarla, conocerla, aprenderla, quererla. Si hasta en un momento parecía que este rincón del valle se había transformado en una milonga más del barrio de la Boca. Por eso es que digo que “2x3 en el Valle hay 2x4”.